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lunes, 3 de junio de 2013

Pisto del rico

Comer es uno de mis deportes favoritos, no me da verguenza confesarlo, así que estos meses de suplicio en forma de ardores, náuseas, vómitos y demás familia han supuesto una auténtica tortura china no sólo por el malestar en sí sino por la privación de disfurte en sí misma. No sé si me explico.

No sólo se trata de estar hecha un trapo y de elegir con sumo cuidado cada cosa que te metes en la boquita de piñón, sino que lo peor viene cuando los demás comen su comida normal y tú miras como si de un gran manjar se tratase. Ay, quién pillara unos buenos bocartes....


Como en casa somos sólo dos y la que cocino soy yo, pues no hay problemas a la hora de comer. Si hay que comer verduras, se comen verduras y punto. El pisto es uno de los habituales en nuestra mesa y  a los dos nos encanta. Con esta receta sé que no descubro nada del otro mundo, pero por si acaso yo la he documentado lo mejor posible no vaya a ser que a alguien le entren ganas de cocinar verduritas de una forma sencilla, rápida y la mar de económica... ¿quién da más?


Lo primero es cortar la cebolla y los pimientos en trocitos chiquititos. Un buen cuchillo bien afilado es imprescindible. Una vez cortadas, ponlas a pochar en una sartén a fuego lento con un poco de sal.


Mientras se van pochando las verduras, pon el tomate a calentar. Yo normalmente quito la mitad del jugo que viene en la lata y dejo sólamente los tomates con la otra mitad del jugo. Pon el tomate a calentar a fuego lento y, cuando veas que hace chip-chup, es hora de cortar los tomates enteros en trocitos. Una vez cortados, añade sal y una cucharadita de azúcar para quitar el amargor. Deja que el tomate se haga durante unos 15 minutos más.


Corta el calabacín en trocitos pequeños y añádeselo a las verduras cuando veas que están ya un poco pochaditas. Déjalo ahí otro rato a fuego lento.


Añade el tomate a las verduras y deja que se cocine todo junto un ratito más. Cuando veas que todas las verduras están bien pochaditas y que el calabacín está blandito, ya puedes servir.


Es un plato muy sencillo de hacer y que yo suelo cocinar los sábados. La mitad del trabajo consiste en esperar a que las verduras se vayan pechando, así que entre tanto suelo aprovechar para hacer tareas domésticas ineludibles como poner la lavadora, recoger el lavavajillas, hacer la lista de la compra... seguro que te suena...

2 comentarios:

  1. Ummmmmh! que bueno, que envidia!!! con lo que me gusta a mi...Normalmente lo como a modo de acompañamiento de algo, ya se de bonito, en un revuelto...u otras ocurrencias.

    Igualmente, me has dado envidia.

    Fdo. La Reina de la Freidora
    (por circunstancias de causa mayor jajaja)

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  2. Qué pinta más buena... yo lo hago exactamente igual y también es uno de mis platos preferidos. El blog está precioso y las fotos de este post han quedado chulísimas!

    Un besin

    Laura

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