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martes, 27 de diciembre de 2011

Carta a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:

Se acaba el año y aún no os había escrito. No lo he hecho antes porque no sabía qué pedir, pero ahora ya lo tengo claro.
He estado pensando sobre todo lo que ha pasado a lo largo de este año que se va y, mirando hacia atrás, me gusta lo que veo. Este año ha traído cosas bonitas para mí y para las personas que quiero: la recuperación de una enfermedad, el éxito de una operación importante, el fin de una larga rehabilitación, las letras, números y canciones aprendidos en el cole, ascensos en el trabajo, viajes, regalos, fotos, risas, fiestas, celebraciones, nacimientos, besos, abrazos, palabras sinceras, nuevas aficiones ...
Este año ha sido el de nuestra boda y también el de los reencuentros. Reencuentros con uno mismo, con lo que quieres y con lo que sientes; acercamiento con personas que han actualizado la "versión anticuada" de que tenían de tí; reencuentros con amigos de los de verdad, de esos con los que sólo necesitas cinco minutos de conversación para sentirte como si les hubieras vistos ayer.
Este año hay quien ha decidido independizarse porque ha encontrado a ese "alguien" que buscaba, hay quien ha viajado por medio mundo y también hay quien es felíz con su vida tranquila. Les hay que quisieran dar un cambio de 180º, los que ya han empezado con los cambios y también les hay que no cambiarían nada de su vida. De todo hay ...
Yo estoy entre los que no cambiarían nada, por eso he decidido que este año no voy a pedir nada en mi carta. Me gusta mi vida, tengo un marido que es un sol, una familia estupenda, una casa preciosa, un buen trabajo y más amigos de lo que creía, así que no veo justo pedir más. Además, las cosas que me hacen felíz no se pueden envolver con papel de regalo ni se pueden traer en camello ni dejar en la zapatilla. Estoy hablando de los besos mañaneros, de las salidas a hacer fotos (para luego destripar el botín obtenido frente al ordenador), de los paseos laaaaargos, de las conversaciones delante de una taza de café (o también por e-mail, teléfono, chat Blackberry ó vía Facebook), de las cervezas de los viernes, de las risas de los sábados y de la rutina de todos los días. Me gusta desayunar bizcocho, los abrazos en el sofá, los saludos de Kiti, las conversaciones de política con mi padre y las comidas calentitas de mi madre. Me gustan los emails desde Toluca, Chang-Sha, Stuttgart o la conchinchina y también los consejos de mi hermana, su predisposición a ayudar de la forma que sea (incluso yendo hasta Santillana del Mar a poner huevos a las Clarisas) y su eterna sonrisa.
Por todo esto y por muchas cosas más, este año no pido nada. Bueno sí, una cosa: que todo siga igual. Sólo eso.

Tres besos,

Sara

3 comentarios:

  1. No sé si he entendido bien, pero em alegro x ti :)

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  2. Es una carta preciosa, además has sido buena, así que seguro que te hacen caso!!!
    Un besin

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  3. es una carta preciosa!! mi carpintero y yo nos hemos emocionado y todo!
    ya has visto que te has portado muy bien y te han traido muchas cosas bonitas y prácticas! jaajajja

    un abrazo y besote,

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